CARTA DE ARTE PARA TODOS:
Precisamente porque no creemos que las decisiones sobre qué se expone en un museo deban ser decididas sin comités de selección que las evalúen, fue que pedimos que se nos aclarara el porqué una exposición en particular se exhibiría en el MUSAS, cuando el expositor y la coordinadora de vinculación y apoyo institucional del ISC son, los dos, miembros de la ASAP. Y si no hay comités –como era evidente– entonces estábamos en nuestro derecho de considerar que si se seleccionan exposiciones a discresión, se da lugar a exposiciones a modo. Consideramos que esto era una “obvia irregularidad” y pedimos una aclaración mencionando lo que había que mencionar.
Lo que importa en un museo de calidad es que aquello que se exhibe debe ser analizado y aprobado. Si –como dice la sra. Haas– ella es la que decide, entonces el MUSAS está lejos de ser un museo donde se exhiba de manera profesional, incluso si la obra es “de calidad” o “excepcional” (como en el caso de Tamayo), y aunque la sra. Haas sea una persona con un vasto conocimiento de la historia del arte, de los espacios museísticos y su manejo o de proyectos artísticos asociados a museos.
Cuando solicitamos que se nos informara sobre el proyecto artístico (de qué museo se trata el Musas) nos interesaba saber cuáles eran los criterios de selección, pues éstos dependen de aquél. No sabemos –hasta este momento– qué tipo de museo es el MUSAS.
Si mencionamos al sr. López Moreno (pudo ser otro, como otra la asociación), no fue porque lo cuestionáramos a él, sino porque queríamos saber qué criterios estaba utilizando el museo para decidir, y, por tanto, cuál era su proyecto. Creemos que esto no es ningún ruido; es precisamente lo que importa: qué se cuelga en las salas de un museo y bajo qué criterios; es decir –como señaló Venecia López–, qué es lo que veremos los visitantes de esta ciudad.
Entendemos que puntualizar puede ser beligerante cuando los contextos que dan sentido a lo puntual se encuentran enrarecidos. Creemos que hemos asumido ese riesgo desde el momento que firmamos la carta.
Decidimos –desde nuestro primer post– no abrir los comentarios. La carta estaba dirigida a las directoras del MUSAS y del ISC, y quisimos dar (nos) la oportunidad de que respondieran a lo que solicitábamos. La lic. Dolores Coronel no contestó nuestra solicitud; desconocemos los motivos. Teníamos dudas –seguimos teniéndolas– del correcto funcionamiento del ISC y explicamos el porqué. La directora del ISC decidió guardar silencio cuando su obligación es otra. Nosotros seguimos esperando.
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